martes, 7 de marzo de 2017

Encuentro 2. La Santa Misa. Segunda parte.


Encuentro 2
La Santa Misa. Segunda Parte.

Hola!!
Aquí estamos otra vez para contarte la segunda parte de la misa.
¿Sabés cómo se llama?

Liturgia de la Eucaristía


    
¡Otros gestos para tener en cuenta!

ÿPresentación de las ofrendas.

  • Presentamos en el altar las ofrendas del pan y el vino. Con ellas ofrecemos a Dios nuestros corazones, nuestros deseos más grandes, nuestros anhelos más profundos y especialmente lo que más nos cuesta vivir.


Toda nuestra vida es presentada en el altar, junto con las ofrendas del pan y el vino, para que Jesús la una a sí mismo, la ofrezca al Padre y la transforme.

ÿ La limosna.
    A las ofrendas del pan y el vino se unen otras, en especie o en dinero, para los pobres y para la Iglesia.









Acompañamos este momento cantando…

ÿ  El Prefacio
  Se inicia con un diálogo entre el sacerdote y la asamblea.    
  •    La PLEGARIA EUCARÍSTICA  es el núcleo de la celebración. Es una oración de acción de gracias donde alabamos a Dios haciendo memoria de todo lo que ha realizado por nosotros a lo largo de la historia de salvación.
  •    Pero la Misa no es solamente “memorial”. Es en esta parte de la celebración donde tiene lugar la “actualización” de la muerte y resurrección de Jesús.
  •    En la Misa, el sacerdote, representando a Cristo mismo, actualiza el gesto de amor más grande que Jesús realizó por nosotros: sacrificarse en la cruz, entregando su vida por nuestros pecados.
  •    Esta entrega Jesús la realiza primero en la “última cena”, cuando instituye este sacramento y pide a los Apóstoles que lo realicen en su memoria, y luego en la cruz.
  •    La Misa “conmemora ”este “sacrificio”de Jesús y la respuesta del Padre resucitándolo.

ES LA CELEBRACIÓN DEL MISTERIO CENTRAL DE NUESTRA FE.

{Concluye invitando a los coros angélicos a unirse a esta alabanza, y a la de ellos se asocia la asamblea, con el  SANTO.

{ Con el Santo  toda la asamblea aclama y se une al coro de los ángeles en su alabanza a Dios proclamándolo tres veces santo, es decir, totalmente perfecto.

¡ Alabemos a Dios con los santos y los ángeles del cielo!



   



¿Lo cantamos?

Santo es el Señor mi dios
{Santo es el Señor mi Dios digno de alabanza
A Él el poder, el honor y la gloria}
{Hosanna, Hosanna, Hosanna, Hosanna
 Hosanna, Oh Señor}   final:  Nuestro Dios
{Bendito es el que viene en Nombre del Señor
Con todos sus santos cantamos para Él}












La palabra Hosanna significa “sálvanos”, nos recuerda al grupo de niños hebreos que, saliendo con ramos al encuentro de Jesús, le aclamaba:”Hosanna al Hijo de David. Bendito el que viene en nombre del Señor.”



Es, al mismo tiempo, una aclamación y una invocación.

ÿ  Epíclesis.

{  Son invocaciones implorando el poder divino, y en especial del Espíritu Santo.

{  Pedimos que los dones ofrecidos en el altar sean convertidos en el cuerpo y la sangre de Cristo.

ÿ La Consagración.

  •  En la Consagración Jesús se entrega por nosotros.
  • El sacerdote, poniendo sus manos sobre las ofrendas, pide a Dios Padre que envíe  al Espíritu Santo para que el pan y el vino se conviertan en el cuerpo y la sangre de Jesús.

  •  Nos ponemos de rodillas para adorar a Jesús que se hace presente en el altar.

  • Luego, representando al mismo Jesús, realiza sus gestos y palabras, lo que hizo y dijo en la Última Cena.

  •  El pan y el vino se convierten, por el poder del Espíritu Santo, en el cuerpo y la sangre de Jesús. 


La Palabra de Dios nos ilumina.

Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: “Tomen, esto es mi Cuerpo”. Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, y todos bebieron de ella. Y les dijo: “Esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos.”
Marcos 14,22-24
 A este milagro de amor lo llamamos             TRANSUSTANCIACIÓN.

  •    Quiere decir que la sustancia del pan y del vino se transformaron en el cuerpo y sangre de Jesús. 
                                     ¡Jesús está presente!
Y todos le decimos:
 Cantamos  todos juntos.


“¡Anunciamos tu
muerte, Señor.
Proclamamos tu resurrección.
Hasta que vengas de nuevo!
¡Ven, Señor Jesús!”

  • Jesús está presente en el altar, bajo las apariencias del pan y del vino.

ÿDoxología.
  • Con la doxología  termina la plegaria eucarística y sigue  la Liturgia de la Eucaristía con el Rito de Comunión.
  •  El sacerdote, en nombre  de toda la Iglesia de la Tierra, el papa, los obispos, los sacerdotes, los religiosos y todos nosotros los laicos, y la Iglesia del cielo, la Virgen María, los ángeles, los santos y las personas que murieron y que todavía están purificando su corazón para ver a Dios, ofrece al Padre, en el Espíritu Santo, el cuerpo y la sangre de Jesús.


  •  En este momento, cuando el sacerdote eleva el cuerpo y la sangre de Jesús, para ofrecérselos al Padre, también nosotros podemos ofrecernos con  Jesús, en Jesús y por Jesús, en la unidad del Espíritu Santo.
¡Toda nuestra vida se une a la gran ofrenda que Jesús hace al Padre en la Eucaristía!
  •  El sacerdote levanta el cáliz y la patena diciendo:
“POR CRISTO CON ÉL Y EN ÉL, A TÍ DIOS PADRE,EN LA UNIDAD DEL ESPÍRITU SANTO,TODO HONOR Y TODA GLORIA POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.”


Todos respondemos: “AMÉN”
  •   Preparándonos para comulgar rezamos al PADRE como Jesús nos enseñó.

  •  La oración del Padrenuestro, es la “oración del Señor”, porque nos la enseñó el mismo Jesús. Él es nuestro modelo y maestro de oración.
  •  Esta oración es única, Jesús nos enseña cómo debemos dirigirnos a nuestro Padre, qué palabras utilizar y cuáles deben ser los sentimientos de nuestro corazón.


  •  Lo podemos rezar porque en el Bautismo, Dios nos regaló un corazón de hijos.

Ustedes ahora son hijos, y como son hijos Dios ha mandado a nuestros corazones el Espíritu de su propio Hijo que clama al Padre: ¡Abbá!, o sea: ¡Padre!
Gál. 4,6

 {Jesús vino a traernos una vida nueva, nos la enseñó con sus gestos y palabras, y nos enseñó a pedirla por medio de la oración. Podemos rezar de muchas maneras, pero si queremos vivir en comunión con Dios no podemos “no-rezar.”

{Nosotros, los cristianos, siempre rezamos en nombre de Jesús. Él nos dijo que todo lo que pidiéramos en su nombre nos lo concedería.



  •   La oración cristiana, al ser la misma oración de Jesús, siempre nos lleva a la unión con nuestros hermanos y a un amor y compromiso mayor en la Iglesia por las necesidades de todos.
ÿSaludo de la paz.



 Después de  tomar el pan y dar gracias Jesús partió el pan. Lo mismo hace el sacerdote. Mientras cantamos el Cordero  de Dios, súplica que nos recuerda la aclamación de Juan Bautista

Al día siguiente Juan vio a Jesús que venía a su encuentro, y exclamó: “Ahí viene el Cordero de Dios, el que carga con el pecado del mundo.
                                  Juan 1,29
                                                                                                   Cristo glorioso  se hace nuestro alimento en el Pan partido de la Misa.





  •  Estamos invitados a acoger a Jesucristo, que se deja comer bajo la apariencia de Pan para que nuestra vida esté, de verdad, en comunión con Él.

ÿ Comunión
  Podés acercarte a recibir el Pan consagrado en la lengua o en la mano. En este último caso, presentá las dos manos- bien limpias- puestas una encima de la otra, de modo que la que está debajo te sirva, después de recibir a Jesús, para llevar la forma (hostia) a la boca. No harás esto alejándote del altar, sino retirándote un poco a un lado para dejar sitio al que va detrás de tí.

 Jesús está presente en cada fragmento de la Sagrada Hostia.
  •     Cuando volvemos de comulgar le damos gracias a Jesús por haberlo recibido y por todo lo que nos regaló. Hablamos con Él sin que nada nos distraiga.

   ¡Él es nuestro Salvador y está en nuestro corazón!
ÿ Despedida.
  •   Estamos por finalizar la misa. El sacerdote  eleva a Dios una oración pidiendo que podamos vivir de acuerdo con lo que acabamos de celebrar.


{ La misa ha terminado pero antes de volver a nuestras actividades llevando a Jesús en nuestros corazones recibimos la bendición de:
 
“Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.



¡Para ver en familia!

Queridas familias:


Los invitamos a ver esta  maravillosa película. Ayuda a comprender lo que sucede en la Misa.
 Busquen en internet: “El Gran Milagro” y… ¡a disfrutarla!

¡ Muy feliz y bendecida Comunión!

Susana y Fernanda





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